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Quiero agradecer al colegio Liceo Taller San Miguel por haberme regalado este año como estudiante y compañera en la institución.     

 He reflexionado acerca este colegio y lo que pienso es que es una institución organizada con profesores chéveres y una tecnología que apoya a un mejor proceso de aprendizaje.     

Este colegio me dio la oportunidad de aprender mucho español y mejorar en las clases especiales con los otros estudiantes de intercambio, constatando mis habilidades y las cosas que ya aprendí en el curso 2014-2015, además es un lugar muy bonito donde pasar el tiempo, con flores y naturaleza.  Lo que me gusta más son los espectáculos que el colegio pone a disposición de los estudiantes, como por ejemplo el baile, la música, el teatro o también la fotografía. Por eso quería solo decir gracias por la oportunidad de estar acá.

El Liceo Taller San Miguel es muy especial porque es como una familia y es un sitio muy chévere. Creo que no cada colegio da esa posibilidad para los estudiantes, no cada institución educativa forma un ambiente tan agradable donde un joven no sólo va para estudiar y pasar los exámenes sino también para compartir el tiempo con los demás.

Creo otra cosa muy importante es la actitud de la gente que trabaja acá, porque en Liceo Taller San Miguel nunca había visto a un profesor que no fuera amable o no tuviera las ganas para trabajar con sus estudiantes. Por eso la relación entre un estudiante y un profesor es muy abierta que da mejores resultados en el estudio diario y hace que todos se sientan bien.

Me gusta también mucho que en el colegio podemos comer el desayuno y el almuerzo, aunque no siempre la comida en Liceo Taller San Miguel me gusta - es algo muy bueno.

La cosa más obvia es que me gustó mucho el año de intercambio en este colegio y me va a hacer falta, por eso quiero decir a todas las personas que lo merecen: Muchas gracias.   

"El proyecto Liceo Taller San Miguel es un éxito"- Es lo que pienso cuando veo a mis compañeros de colegio siendo agentes de cambio dentro un campus universitario, saber que hemos sido jóvenes formados con altos estándares éticos y académicos y que esto se ve evidenciado en el rendimiento y en la calidad de persona que somos hoy en día, me hace sentir orgulloso de haberme graduado del mejor colegio de Risaralda.

En similitud con mi carrera, podría llegar a una analogía donde el colegio es concebido como un diseñador y los estudiantes como un producto, siendo entonces la labor del colegio moldearnos morfológica, estructural y funcionalmente para el desarrollo de una generación más consciente, donde el ser conoce el contexto y se desenvuelve en este de una manera rápida y efectiva, demostrando que es un componente altamente funcional dentro del sistema contextual. 

Sí bien el ser humano se comporta con respecto a las nociones de realidad que percibe, el Liceo Taller San Miguel se ha encargado de contribuir al crecimiento integral de cada uno de los estudiantes de la institución, y es gracias a la perseverancia de Teresa Tisnes que esto se ve evidenciado, una visionaria que ha puesto su vida en un proyecto que ha dado tres generaciones de jóvenes lideres y se prepara la una cuarta.  

Gratitud: en esa palabra se resume lo que me pasa por la cabeza cuando recuerdo al Liceo Taller San Miguel, mi colegio. En este lugar crecí, aprendí y viví grandes cosas, que configuraron lo que soy en este momento de mi vida, tanto en el ámbito académico, como personal. El respeto, la responsabilidad, la disciplina, el servicio a la comunidad y la honestidad, son principios que aprendí a lo largo de los años que pasé en el Liceo Taller San Miguel, principios que considero como las bases que constituyen a los buenos ciudadanos. 

La admiración que siento por Teresa Tisnés es inmensa, a mi juicio su proyecto, nuestro colegio, es una enseñanza de vida. A tere, y a todos los que hicieron posible la conformación de este colegio, les doy las gracias y los admiro, por entregarle a la sociedad este colegio tan maravilloso, comprometido con la sociedad, el medio ambiente y la excelencia académica, por creer en que siempre se puede ser mejor y que la educación debe ser integral, no conozco un ejemplo de integralidad más grande que este y para mí es un honor, un orgullo, ser parte de esta gran familia. GRACIAS, continúen creciendo, siendo excelentes y dando este gran ejemplo educativo.

Es grande el afecto que se queda en el corazón de quien vivió con tanta alegría sus últimos años de colegio en el liceo taller san miguel. Allí encontré una familia que a pesar de mi tardía llegada, me recibió como si hubiera sido parte de ella desde siempre. Aprendí lo que era crecer con personas que te aportan algo y te hacen ser grande, personas que construyeron parte de lo que soy hoy; es un lugar donde se vive el calor y la humanidad de las personas, donde prima el amor por lo que se hace y se recibe afecto de todos los que hacen parte de esta gran familia. 

Al colegio tengo que agradecer millones de cosas, personas que conocí allí, quienes se volvieron mis hermanos, con quienes hasta el día de hoy mantengo una amistad incondicional, recuerdos que han sido parte de las mejores épocas de mi vida, su acogida, la sensación de bienestar que se crea al pensar en mi colegio y la seguridad de tener un lugar al que siempre puedo regresar y sentirme en familia. Sin embargo, cabe resaltar mi mayor gratitud con él, por la pasión que me ayudo a despertar por el arte, lo que ahora me mueve y por lo que me animo a dedicar mi vida entera. Solo tengo por darle al colegio mi agradecimiento y espero algún día poder de alguna forma devolverle lo mucho que a mi vida le dio.  

Como exalumno del Liceo Taller San Miguel y Medallista de Juegos Nacionales y Suramericanos, siento que una de las mejores experiencias de mi vida ha sido mi Colegio, mi segundo hogar, con el que tenemos inmensas responsabilidades ahora que estamos por fuera de él, creo que nuestra posición como exalumnos es de gran importancia para la Institución, porque a través de nuestro ejemplo de vida, estamos demostrando que devolvemos en algo, lo que a través de sus maestros y orientadores nos entregaron con tanta responsabilidad, pensando siempre en nuestro futuro como seres integrales.

Con todo el amor, los valores, la excelente educación que el Colegio me brindó, ingresé a la Universidad Tecnológica donde estudio Ingeniería Mecánica; es inmenso mi agradecimiento con el Colegio, sus directivas y con cada uno de mis profesores por todo lo que compartimos, agradecido porque sin su ayuda y apoyo no hubiese podido continuar con mis entrenamientos de Tiro con Arco y así alcanzar parte de mis sueños. Ahora combino también mis estudios universitarios con el entrenamiento para alcanzar mis nuevas metas como profesional y llegar a los Juegos Olímpicos Rio 2016. Espero cuando tenga una familia, que mis hijos disfruten de la misma experiencia de estudiar en mi Colegio, donde crecí, aprendí y maduré, me enseñaron a caminar y encontrar lo que necesitaba para mi vida; los valores y el respeto por los demás, la responsabilidad y perseverancia para alcanzar mis metas con rectitud y honestidad, algo que no olvidaré jamás, fue la forma como enseñaron el respeto por los animales, la naturaleza y la compasión por los seres que me rodean. 

El Liceo Taller San Miguel está escrito en cada paso que doy en mi vida, cuando lo represento fuera del país en cada competencia, en mí casa con mis padres y siempre, siempre en mi Corazón. Pienso que mis hijos estarán al igual que yo, desde muy pequeñitos en una Institución donde los amarán, protegerán, les enseñaran muchísimo, donde se convertirán en seres humanos honestos y seguros para afrontar los nuevos retos que llegarán a sus vidas.